jueves, 7 de abril de 2011

Bicisenda -crónica rodada-


En las ciudades todo empieza en la calle.
En el foro de Masa Crítica Buenos Aires cada día hay una apuesta: mejorar nuestra conexión (sin wi-fi ni virtual alguna), cada uno con sus códigos y tiempos pues no todo paisano madruga. Pero si se intenta, y así llegan ideas críticas fotos videos encuentros repuestos en canje, variopinto. Hace unos días alguien preguntó que opinábamos de la bicisenda de calle Cangallo (también llamada J.D.Perón); al rato salí por las calles y enfilé por ella.

Detalle:
Me sumé en la intersección con calle Montevideo. primera observación: el gobierno liberal de la ciudad desarrolló sobre esta arteria peronista una de las bicisendas más angostas de la ciudad, ¿casualidad o diferencias idiotalógicas?. Sigamos andando
En esta calle debemos estar más atentos, el espacio ciclista es la mitad de ancho que las ciclovías realizadas en estos años, por lo cual también nos obliga a dar el paso estrecho a ciclistas que van y vienen -ningún problema pues los bicicletistas encarnamos esto de una manera natural, es lo que quiero creer. También experimenté un grado más de tolerancia por parte de los automovilistas, que en ningún momento ocuparon nuestro espacio (hagáse a la idea que mientras escribo voy pedaleando y ya crucé avenida Callao). Creo que lo automovilistas no han pegado un salto de tolerancia en esta calle sino que dejarnos este pequeño lugar no hace que ellos dejen su orgullo atropellador de lado, algo así como:"pobres...en ese hilito de asfalto se arreglan". Tan delgada es la línea del estúpido conductor promedio de la ciudad que estoy seguro, es este su pensamiento condescendiente para nosotros, los verdaderos poseedores de la calle que no necesitamos corona ni hacemos de nuestra bici el símbolo fálico de poder motorizado. ya sabemos que es más fácil ponerle turbo al auto( se dirá así?) que aprendizaje al cerebro, uno cuesta esfuerzo propio y el otro papelitos de colores.
Sigamos
Siempre por Cangallo (J.D.P) entro de lleno en el barrio de Once (barrio de venta textil en donde anidan inmigrantes variados y numerosos, hay uno en cada urbe, hagáse una idea somera el que no lo conoce), pues bien por aquí la gente toma las calles para caminar con sus bolsos de compras, los changarines con sus carritos los perros con sus dueños, los saltimbanquis con sus chucherías y los pungas(1) con sus hábiles dedos. la vereda en general es angosta por lo que el transeúnte camina por la bicisenda sin más. Casi llegando a avenida Pueyrredón y pedaleando detraś de 4 ciclistas, veo como el segundo frena casi a 0 al cruzar una señora oronda con sus bolsos repletos de vestimenta para la reventa, si bien el bicicletista no se enoja, si se lo nota un tanto contrariado pues si se lleva puesta a la Sra será él y nadie más culpable del accidente aún cuando estemos sobre la bicisenda.
El quilombo -como decimos por aquí- en este barrio compra venta es añejo y desproporcionado, no se presume que el comportamiento del transeúnte vaya a cambiar tanto como las veredas no podrán ser ensanchadas. tal vez sea aquí donde la atención y la tolerancia deban bajar del tipo en bici hacia el resto. somos nuevos en una jungla de billetes y mercadería que van y vienen y ya de por sí la calle arrastra un sino burocrático y populista así que...
Luego de cruzar Avenida Pueyrredón el barrio febril se tranquiliza y la ciclovía pasa a ocupar su doble carril; luego de esto puede considerarse superada otra trampa de la imbecilidad de muchos y la intolerancia de tantos, al girar nuestras ruedas giramos el carácter y nos convencemos un poco más que la bici es más guapa y bacana que ninguno.

Nota: (1) Carterista, hurtador, ladrón sin armas, salamín.

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