domingo, 27 de febrero de 2011

Turismo


Apelaciones contra el sedentarismo.

El turismo, otra de las armas del consumismo, parece no ser más que la movilización de los ciudadanos en sus actividades. Trastocando oficina por playa, o en su defecto montaña, esta industria lastima la autoestima de aquel que sueña con la independencia. A diferencia de los desplazados reales, el turista se mueve con sus vituallas a cada lugar por conocer, cree captar con su instantánea un poco de esa vida que ve pasar tras las rejas de una lente, de la misma manera que ve la vida de todo el año tras las rejas de su casa o munido de alarmas y sensores.
El turista, no todos pero casi, desprecia al trabajador de temporada, tal vez previendo que otros lo verán así a él, en su ciudad, mientras ese extraño con tiempo libre los cruza tras el monumento de rigor en cuestión.
El turista puede desaparecer un día utópico: aquel en que los ciudadanos, ellos nosotros todos, empecemos a Vagar (no tenga miedo del verbo vecina) por los lugares;y los lugares son muchos, tan anchos y largos como el planeta. Ir a ver las cosas los cosos y todo lo demás es tarea pendiente para saber y sorber formación ,abandonando así los titulares informativos que sólo nos ofrecen datos, que oh casualidad se superponen a otros datos que se superponen a otros datos que superponen incluso a esta palabras en este párrafo de un blog más de los 37 millones de espacio virtuales y blablabla.
Moverse, trastocar el pequeño mundo que nos rodea ampliando la ventanita personal que atesora nuestros conocimientos es imperdonable y bello. desensillar las costumbres y cambiar el movimiento serán cosa juzgada y aquel viejo espíritu quieto que llevamos jamás perdonará tal insolencia. pero no nos preocupemos; allí adonde salimos encontraremos una tras otra imperfecciones de todos colores y desalientos en cualquier dimensión posible: las situaciones esdrújulas,los personajes agudos y los cambios graves son un cóctel del cual podemos salir parados o gateando, pero mejor no, no salir; allí adentro hay más abismos que nos desollarán tal cual fácilmente desmontamos un banano; y ese hoyo de presión desconocida (la mayoría no nacimos en movimiento continuo) es dulce picante o salado. A piacere.


La comida cambia, el clima cambia, cambiamos los autos el lavarropas la riqueza por pobreza y viceversa. Trastocamos los muebles de lugar, mudamos de ropa, compramos usamos y olvidamos artesanías. Votamos políticos nuevos y viejos, los cambiamos los repetimos y se regeneran. }
En todo esto hay cambios, y todos ellos son aceptados.

1 comentario:

  1. Hola Pablo como estas?
    Nos conocimos en la masa el otro dia.
    Estoy empezando a leer tu blog, va a llevar tiempo tiene muchisimo contenido.
    Por lo que vi hasta ahora me da la sensacion que encarnas la soledad del poeta al escribir.
    Te dejo una nota de mi blog que tiene puntos de conexion con esta que acabo de leer.
    http://nuestroviaje-alive.blogspot.com/2010/10/que-es-el-turismo-foto-reflexion-en.html
    Abrazo, Mariano

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