lunes, 11 de agosto de 2008

Felipe, el huevo y el agua

Hoy, por la tarde, como otro día de un adicto en éxtasis, salí a oniriciclear. Quiso ese azar que siempre bate y bate palmas y cambia el rumbo de las cosas los cosos y los tipos y las tipas, que me acercara a inflar la rueda trasera en un taller mecánico. Allí me atendió un hombre de barba-paleta: había cabellos rubios y marrones, negros y grises canosos. Felipe se llama y me habló del sentido del tiempo, de los extraños que son los huevos. Del agua, que forma vidrios que ligeramente se disfrazan de sí mismos.
El hombre ha decidido vivir en la calle desde hace añares, y no envidia en nada a aquellos que vivimos en techo propio o alquilado, que para el que duerme a la intemperie, viene a ser la misma cosa.
NO extraña una vida así. Hizo de todo, y al hablar, se nota, hay mucho de reflexión y mucho de lectura. Sus reflexiones, al contrario de aquellas que nosotros cargamos con tintas de todos los colores (gobierno, economía, babylon, asaltos, más Babilonia) no tienen tinte político ni costado crítico sin fundamento.
Me dijo: " vos podés afirmar que no dañaste a nadie en tu vida, pero, ¿ y en tus sueños?"
Quizás, muy mal contado por mí, y con pésima memoria, yo no hago más que plasmar trazos de un tipo diferente que no alcanzan a entenderse. Lo siento Felipe.
Cosa aparte es el momento en que abrió su campera y me dijo: "este es mi divertimento" y me mostró una libretita de notas, un lápiz, un par de gomas de borrar, y un fibrón. " Los lápices son para que no me los pidan prestados, eso pasa siempre con las lapiceras. El fibrón es para escribir en un espejo y jugar con el sol, los rebotes de su reflejo. Luego agregó: "uno puede enviarle mensajes al sol"
Después abrió la libreta y me mostró sus anotaciones: números, palabras incomprensibles, consonantes sumándose sin vocales a la vista. Esas son sus anotaciones, el dice entender cada cosa que allí figura.
Felipe dice no estar tras nada. El solo está allí. Pensando y eligiendo cada día el camino tomado.
Más tarde, nos despedimos del barbudo y reanudamos el camino, entonces me acerqué al oído del Oniriciclo y le dije:"Gracias"

1 comentario:

  1. excelente blog papu, pasate por el mio, cualesiano.blogspot.com

    leito de ramos mejia

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